Desde las perspectivas de la diversidad cultural y religiosa los países que integran esta Red presentan características comunes y, en otras ocasiones evidencian componentes singulares o particulares. Esta razón llevó a proponer, como una de las políticas institucionales a seguir en las distintas sedes integrantes de la red, los estudios culturales en los cuales se insertan los referidos al accionar espacial de los grupos religiosos pues la religión es reconocida como un componente significativo tanto en las configuraciones y transformaciones de las materialidades espaciales como en las relaciones intangibles que articulan y dan funcionalidad a esas materialidades. En este sentido cabe destacar que, si bien tradicionalmente ha predominado el campo católico aún hegemónico, en la actualidad éste no logra dar respuestas espirituales a grandes sectores de la población debido a la multiplicidad de conflictos y fragmentaciones sociales existentes. En consecuencia, se reposicionan otras creencias y nuevos grupos religiosos que dan como resultado mapas socio–religiosos complejos e inestables donde los territorios se solapan de modo permanente y dinámico.
lunes, 31 de enero de 2011
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